Es bien sabido que la base nuclear de toda organización social es fundamentalmente la familia, es allí donde el individuo aprende a relacionarse y a comunicarse con su entorno, de las lecciones y el ejemplo que recibe un niño en el seno de su familia en temas como empatía, liderazgo y carisma, depende la relación que este tenga con la sociedad en el futuro.
Así pues, si cada persona es un eslabón en la conformación de una familia, cada familia es un ladrillo que construye la sociedad y el pegamento que sostiene toda esa estructura junta es la forma en que todos sus elementos expresan sus ideas, sus emociones sus estados bien sea físicos o anímicos, convirtiendo el proceso de comunicación en una amalgama, en un cemento que une y mantiene firme a la sociedad. Es por eso por lo que la comunicación familiar debe basarse en la confianza la empatía y el respeto; Valores que, si observamos nuestra realidad social actual, parecen escasos, por lo que vendría bien revisar cómo estamos comunicándonos al interior de la base social.
El escritor y terapeuta de familia Gary Chapman, en su libro “Los 5 lenguajes del amor”, resume los problemas que desintegran la familia en uno solo: la falta de comunicación. Según Chapman existen 5 lenguajes naturales por los cuales entendemos y expresamos nuestro interés por el otro y estos por su puesto se aprenden en el núcleo de la familia.
- Palabras de afirmación: dirigirse al otro con frases amables, elogios, expresar cumplidos y por supuesto hablar con humildad y ofrecer palabras de ánimo, son la forma en la que muchas personas entienden y expresan mejor sus emociones.
- Tiempo de calidad. Para algunas personas no es tan importante escuchar estas palabras sino más bien compartir tiempo haciendo cosas juntos, dar un paseo, ir a cenar, conversar sobre su día y esto implica una escucha activa, in interés genuino por el otro.
- Regalos: independientemente del valor económico el cual puede ser mínimo, muy generoso o incluso ninguno, cosas como una carta, un chocolate, una rosa o dedicar una canción; el dar pequeños detalles sin esperar a que sea un día especial, es la manera en la que muchos han sido educados y es por lo tanto es un lenguaje que dominan perfectamente.
- Actos del servicio. Otros por su parte aprendieron que una forma de mostrar respeto y cariño por el otro es haciendo cosas por los demás. son acciones como lavar los platos, prepara la cena, planchar una camisa, lo importante es hacerlo porque estas interesado en el bienestar del otro, no por obligación.
- Contacto físico: por supuesto que las caricias, los besos, los abrazos incluso el tomarse de la mano, son expresiones de cariño que siguen vigentes a pesar de las circunstancias de aislamiento preventivo que el mundo ha sufrido en el último año. Finalmente, nuestro cuerpo expresa sin excusas todas nuestras emociones.
Seguramente te sientes identificado con alguno de estos 5 lenguajes y esa es (según Chapman) tu lengua materna de amor. Es decir: lo que aprendiste en casa y eso implica que hay otros lenguajes con los que no te sientes tan cómodo, no quiere esto decir que no se pueda aprender otro lenguaje y esa es la clave mi querido/a amigo/a lector. Es importante identificar cuál es tu lenguaje predominante y cuál es el de tu compañero/a de viaje si quieres tener una comunicación eficiente en tu familia y con tu entorno. A estas alturas de seguro te estas preguntando: ¿Cómo te comunicas con tu pareja? ¿Cómo le hablas a tus hijos o a tus hermanos? ¿Escuchas cuando te están hablando tus padres? Quiero entregarte algunas recomendaciones que sin duda alguna te ayudaran a resolver conflictos y a mejorar tu calidad de vida, pues, por experiencia personal te puedo garantizar que mejorar la forma en la que te comunicas mejora tus relaciones interpersonales, no solo en la familia sino por ende en todo tu entorno social.
- Aprende a escuchar con los ojos. El contacto visual fortalece la escucha activa, demuestra interés genuino y es además la mejor y más clara muestra de respeto que seguramente tú también esperas cuando estas hablando.
- Interésate de manera genuina por lo que te están contando. Esto es, no interrumpas a tu interlocutor, déjalo terminar así ya conozcas la historia o te parezca irrelevante.
- Respeta los sentimientos y las emociones de los demás. Sin juzgar. Sobre todo, cuando te cuentan un problema.
- Cuida tu lenguaje corporal: una postura correcta, recuerda el contacto visual, asentir con la cabeza y algunos gestos que demuestren tu interés.
- Evita los comentarios negativos y las críticas a menos que sean realmente constructivas, es decir que aporten.
- Promueve la empatía: enseña a otros a escuchar e interesarse por los demás.
- Cuida tus palabras: Dicen que las palabras se las lleva el viento; lo que no te dicen es que las lleva a un lugar específico y con una misión puntual. recuerda que con ellas edificas o destruyes, puedes ofender o puedes halagar.
- Cuida el tono. Piensa que las palabras son un obsequio que estás dándole a alguien y el tono que usas es el papel regalo que envuelve ese obsequio. En lugar de subir el volumen, mejora el argumento
- Se felicita en público y se corrige en privado. Aplicar este adagio popular, este pequeño gesto de respeto, fortalecerá los lazos de confianza dentro de la familia.
- Nunca dejes una conversación a medias. Si es necesario haz acuerdos y para aplazarla o posponerla, pero debes dar solución a cualquier conflicto y huir de él no es una opción. Toma el tiempo que necesites para encontrar las palabras correctas, el tono adecuado y propón las soluciones que consideres O cierra definitivamente la historia, pero no dejes conversaciones a medias
Estoy seguro de que estos elementos te ayudaran a mejorar tu comunicación y tus relaciones interpersonales. Déjame en los comentarios que te parece y que otras herramientas usas para comunicarte mejor y construyamos juntos un tejido social fuerte y armonioso.
Henry Munar
El arte de comunicar